I ching y sexo-amor-pareja

I ching y sexo, enseñanzas sempiternas de un clásico de la literatura mundial para los amantes y parejas que comparten su intimidad como culminación de su amor y como cumplimiento de vida.

Dentro del I ching se asume que el el hexagrama 63, chi chi, tras la consumación (arriba K’ an, el agua/mujer/nubes; abajo Li, el fuego/hombre/luz) o después del cumplimiento: literalmente el yin sobre el yang, un recipiente de agua hirviendo sobre la candela, donde el varón debe hacer que dure la flama y la leña que alimenta el fuego, pues de no ser así el agua puede quedar tibia; en los juegos amorosos según el I ching, se trata de lograr que una alta temperatura sostenida mantenga al líquido en constante ebullición. Si el fuego es intenso, el agua avanza y el fuego sigue; si el vapor es grande, el agua se agota.

Mirando la línea 2 del hexagrama leemos que la mujer pierde la cortina que cubre la ventana de su vehículo pero que siete días después la recupera: No es el momento de empujar; saber desistir ahora llevará más tarde a una justa realización.

I ching y sexo, un recordatorio que en las artes amatorias, al menos para los orientales y taoístas, es preferible un largo y prolongado orgasmo en pareja, que 30 segundos de felicidad no compartida.

Ver también:Los orígenes del i ching ; I ching introducción ; pene y taoísmo