Un texto apócrifo sobre el nombre I, del I ching:
«“El nombre I entraña tres sentidos. Estos son: lo fácil, lo mutable, y lo constante. Su carácter es lo fácil. Su radiación penetra en las cuatro comarcas; establece las separaciones en forma simple y fácil; por él tiene el cielo su brillo.
El sol y la luna, las estrellas y las casas del zodíaco son distribuidos y ordenados de acuerdo con él. El alma que lo impregna no tiene puerta, el espíritu que lo resguarda no tiene acceso. Sin esfuerzo y sin preocupación, simple y sin error: esto es lo fácil. La mutación es su poder. Si el cielo y la tierra no se transformaran, este poder no podría penetrar en ninguna parte. Los influjos contrapuestos de los cinco elementos se suspenderían, y la alternancia de las cuatro estaciones cesaría. Al príncipe y al ministro se les arrebatarían sus insignias, y todas las distinciones cambiarían de lugar; lo que deberla decrecer, aumentaría; lo que debería gobernar, se derrumbaría. Esto es la mutación. Lo constante es su posición. Que el cielo está arriba y la tierra abajo; que el señor enfrente el sur, y el vasallo, el norte; que el padre esté sentado y el hijo se incline ante él: esto es lo constante». Chou I Ch´ien-tso-tu.
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