Amor y narcisismo

En amor y narcisismo algunos apuntes sobre la elección narcisista del objeto amoroso. (El tema del amor y del enamorarse me ha cautivado y mis apuntes previos caso ayuden: nos enamoramos, amantes yin yang, amor y oxitoxina,  sexo y tao, etc.).

Se ama lo que uno es (amor a sí mismo).
Se ama lo que uno ha sido, que no se acepta como perdido o pasado.
Se ama lo que uno quisiera ser, y siente que no puede serlo.

Mejor dicho, si estos parámetros de amor y narcisismo definieran lo que amamos, entonces nos sentiríamos tentados a decir que solo amamos algo parecido a nosotros. Pero olvidamos algo, cuando elegimos a alguien lo hacemos porque idealizamos en él o en ella algún aspecto.

Se ama a la persona que ha sido parte de la propia persona, como los padres por ejemplo.

Sería laudable y deseable que nos enamoráramos por motivos más altruistas o desinteresados, pero casi nunca sucede de esta forma. Amor y narcisismo, una reflexión sobre el egoísmo en nuestros motivantes a la hora de amar.

los amores de Agripina

Los amores de Agripina. ¿Cual Agripina? Agripina la joven (la menor), la hija de Marco Vipsanio Agripa y Julia, la hija de Octavio y Escribonia; hermana de Agripina la Mayor casada con Germánico, de Calígula y otros hermanos.
Podemos empezar contando que sus hazañas amorosas empezarían cuando perdió la virginidad con su hermano Calígula; su padre se incomodó tanto por esta eventualidad que decidió buscarle cómo fuera, lo más pronto posible, un esposo. Y lo halló, así no fuera el más idóneo por su fama y por se mucho mayor que la novia. Se trataba de Gneo Dominico Ahenobardo. Pero la situación tuvo una ventaja para la ambiciosa Julia Agripina. Cuando tenía 25 años la dejó viuda y rica, aunque con un menor de 3 años, el que posteriormente habrá de llamarse Neron.
Esta ardiente mujer no podía quedarse mucho tiempo sola, así que se procuró un amante, escogiendo a Marco Emilio Lépido, un tipo bien parecido, al que ya le había echado el ojo Calígula (quien era bisexual y se sentía atraído por su hermanita; no contento con esto le gustaba el tipo también). Intrigas van e intrigas vienen; Agrippa quería el poder para su hijo a como diera lugar. Y Calígula hizo asesinar a su cuñado. Fue enviada al destierro por no corresponder a su emperador. cuando este último fue a su vez muerto, Agripina regresaría y empezó a cazar a Salustio Crispo Pasieno, un patricio culto que solo le aguantó dos años, legándole su fortuna, además.
Ahora seguiría conquistar a su tío Claudio, el nuevo emperador, cosa que consiguió urdiendo todas las artimañas posibles. Hizo nombrar heredero a su hijo, por encima del hijo de Claudio (su primo, Británico)y ni corta ni perezosa hizo asesinar a su esposo para que Neron fuera erigido en emperador de los romanos, con la ayuda de su amante, el liberto Palas. Pero en sus últimos años se hizo amante del joven Galo Crepereyo. Y muchos decían que todo el tiempo había sido amante de su propio hijo.
Pues bien este ha sido el resumen de los amores de Agripina la joven.
Leer también: Amor y Oxitocina ; nos enamoramos ; feng shui para el dormitorio

Sexualidad y ascetismo

La sexualidad y el ascetismo, un tema sobre el que vale la pena decir varias cosas.

Vamos a los comienzos de la cultura. Sobre todo el sexo femenino, la sexualidad femenina se consideraba sagrada, así como la fertilidad, yuxtaponiéndose a la infertilidad y la asexualidad que eran consideradas lo más profanas posibles*. No era raro que nuestros machistas predecesores de tiempos idos, llegaran a considerar que la infertilidad era sinónimo de desnutrición y hasta de hambre (otro concepto con cierta semejanza pero distinto en otro sentido, del ayuno voluntario como vehículo para conquistar el yo físico y alcanzar nuevos estadios de iluminación y comunicación trascendente).

El carácter sagrado de la madre era más notorio en el periodo neolítico, cuando la primera agricultura se desarrolló y se homologaba a la tierra con una madre). Así mismo es notoria esta ligazón entre sexualidad y ascetismo (diría que religiosidad, lo sagrado o religión) en las sociedades arcaicas, cuando proliferaban y dominaban las diosas o divinidades femeninas, haciendo una salvedad: eran duales, puesto que encerraban dentro de sí las perspectivas de dadoras o creadoras de vida pero también como justicia y exterminadoras de vida llegado el caso.

El ascetismo no es una profanación de la sexualidad sagrada, sino una trascendencia sobre la condición humana normal, en términos de perfección, buscada en la dirección contraria, en la auto-negación de una necesidad fisiológica y cultural e inclusive en la negación de otros placeres de la vida como pueden ser comer y beber. Es reprimiendo la sexualidad (y canalizando esa poderosa energía en otro sentido), como el ascetismo reconoce esta dimensión sagrada. Por eso se valora tanto el ascetismo en las mujeres, cuando en realidad es más difícil para los hombres asumir esta condición.

*La infertilidad y la asexualidad podían estar ligados al frío, al peligro o al mucho quehacer diario o con la incapacidad fisiológica, sobre todo del varón.

Ver también:Sexo meditativoPene y taoismo I ching y sexo