La historia de Noé

La historia de Noé es de fundamental importancia en la biblia; es un personaje bíblico de gran relevancia, conocido y venerado en distintas religiones, gracias a la importante misión que le fue otorgada por Jehová Dios. Perteneciente a la décima descendencia de Adán, Noé fue el último super-longevo patriarca antediluviano en hacer vida en la Tierra.

¿Dónde se encuentra la historia de Noé? ¿En qué libro?

La vida, obra e historia de Noé, se encuentra relatada en el primer libro del Antiguo Testamento de la Biblia cristiana: Génesis. Específicamente desde el capítulo 6 hasta el 9 de este libro, el profeta Moisés describe los hechos sucedidos durante la vida de Noé, incluyendo la importancia de su estadía para poblar una vez más la Tierra.

El Arca construida por Noé y el diluvio universal, es uno de los episodios mejor conocidos de la Biblia, pero que también conforma escrituras sagradas de otras religiones. El Torah; texto que contiene las bases del judaísmo y el Corán, libro de los musulmanes, hablan de este importante acontecimiento.

Esta catástrofe o desastre natural descrito en los textos ya mencionados, fue considerado hace muchos años como un hecho histórico. Sin embargo, los estudios geológicos y paleontológicos, no coinciden con los datos proporcionados por los defensores de esta teoría.

Lo que si estamos seguros, es que se trata de una leyenda que ha transcendido a través de muchas generaciones y culturas. Para poder comprenderla a totalidad, es necesario el estudio de muchos acontecimientos previos al diluvio y la influencia de los diferentes personajes que hicieron vida en la Tierra durante esa época.

Acerca de Noé

Los datos que existen de Noé antes de que Dios lo eligiera para renovar la especie humana, son escasos. Ninguna de las fuentes que hablan de la vida de este personaje especifica el sitio de su nacimiento, lugar donde fallece o en qué lugar quedaron sus restos.

En los textos sagrados solo podemos encontrar que Lamec, descendiente de Adán por medio de Set, fue el padre de Noé. Por su parte, Matusalén o mejor conocido como el patriarca que vivió más años en la Tierra, fue el padre de Set y abuelo de Noé.

El resto que conocemos acerca de este personaje, es que se trataba del hombre más justo y honrado de toda su generación. La Tierra en ese entonces, estaba corrompida y llena de violencia debido a la perversión de la gente. Esto provocó una inmensa ira en Dios, quien decidió acabar con todas las formas de vida en la Tierra, pero se apiadó de Noé y su familia debido a su obediencia.

Antes del diluvio

Para poder comprender la causa de la ira de Dios, que provocó la destrucción de toda la humanidad, es necesario que indaguemos un poco más acerca de cómo era la vida de los humanos en la Tierra antes del diluvio.

La Biblia dice que durante este tiempo, Satanás estaba causando muchos problemas en la Tierra; infligía en las personas malos pensamientos y las obligaba a cometer actos pecaminosos. Incluso, pretendía influir en el comportamiento de los Ángeles de Dios.

Cuando los humanos comenzaron a reproducirse y tener hijas, los Ángeles de Dios se sintieron atraídos por la belleza de estas mujeres; acompañados de la influencia de Satanás, los Ángeles tomaron forma humana y vinieron a la Tierra para hacerse dueños de las mujeres que quisieran.

El resultado la unión entre los Ángeles y las humanas, fueron hijos de gran tamaño y con una fuerza anormal. Fue así, como surgieron los gigantes que se convertirían en los famosos héroes de esos tiempos.

Si una porción de estos gigantes provenía de un ángel, se supone que debían vivir por toda la eternidad. Sin embargo, Dios no permitió que su aliento permaneciera por mucho tiempo en el cuerpo de un mortal; reduciendo la duración de vida a ciento veinte años.

Las aberraciones que estaban siendo engendradas, era solo una parte del comportamiento inaceptable de los humanos. La maldad crecía cada vez más y abundaba en el pensamiento de las personas; las perversiones que eran cometidas con frecuencia debían ser detenidas de una vez por todas.

Es entonces cuando Dios se arrepiente de haber creado al ser humano y decide desaparecerlos de la Tierra; las especies animales como reptiles y aves, también sufrirían las consecuencias. La idea de Dios era provocar el peor de los diluvios, que podría generar la inundación de toda la superficie terrestre.

Pero antes de imponer su castigo en la humanidad, se apiadó del único hombre que había vivido según su voluntad, Noé. El Señor le ordenó a este hombre que había trabajado toda su vida como carpintero que construyera un Arca; elaborada con madera resinosa y recubierta con brea, debía ser resistente al agua.

Dios le advirtió a Noé que enviaría un diluvio de agua, capaz de destruir todo a su paso. Sin embargo, establecería con él y su familia una alianza; si entraban al arca podrían sobrevivir a esta catástrofe, acompañados de las especies animales que debían llevar con ellos.

Y el arca

Noé obedeció las órdenes de Dios; con la ayuda de sus hijos, pronto comenzó la creación de esta majestuosa nave. Adicionalmente, advertía a los demás habitantes acerca de las intenciones del Señor, pero estos solo se burlaban y dudaban de sus palabras.

Según Génesis 1:7, las dimensiones de esta embarcación debían ser de ciento cincuenta metros de largo, veinticinco de ancho y quince metros de alto. Esta arca tendría tres pisos, en los cuales estarían distribuidos compartimientos que servirían como habitaciones. Finalmente, en la porción superior debía poner sobrecubierta con una puerta en uno de sus costados.

A Noé le tomó 120 años construir con sus propias manos esta Arca. Al culminarla, siguió las otras indicaciones de Dios: hacer entrar a la embarcación siete parejas (macho y hembra) de cada especie animal pura y solo una pareja de aquellas especies que fueran impuras. Además, debía abastecerse de toda clase de alimentos y almacenarlos en un lugar seguro del Arca.

¿El arca de Noé fue antes de Jesús?

Si, la historia de Noé y el diluvio universal se ubica cronológicamente en el año 2304 AC.

Diluvio universal

La hora del diluvio universal se acercaba; Noé decide entrar al Arca con su mujer, sus tres hijos y las esposas de cada uno. Solo aquellos que habían decidido escuchar las advertencias del Señor merecían sobrevivir a aquella tragedia.

Fuera del Arca las personas seguían su vida como de costumbre, no creían que el diluvio del que tanto habló Noé ocurriera de verdad. Cuando las fuentes del océano reventaron y el agua proveniente del cielo caía con fuerza, las risas y burlas hacia Noé cesaron.

Pero ¿Cuándo fue el diluvio universal según la Biblia? En Génesis 1:7, aparece que a los siete días de culminar los preparativos del Arca, las aguas del diluvio comienza a caer sobre la Tierra. Era específicamente el día diecisiete del mes segundo y Noé tenía entonces seiscientos años.

Pronto toda la superficie de la Tierra quedó cubierta por agua, empujando con firmeza enormes árboles y pesadas rocas. Las personas corrían desesperadas a los terrenos más altos que pudieran llegar, pero no era suficiente; deseaban haber escuchado las palabras de Noé.

Durante cuarenta días y cuarenta noches, el nivel del agua siguió subiendo hasta cubrir las montañas más altas. Tal como había advertido el Señor, pereció todo lo que tenía vida en tierra firme y podía respirar, animales y humanos.

Mientras tanto, Noé y su familia se encontraban en perfecto estado en el interior del Arca, ella flotaba sin ningún problema y el agua no tenía espacio para ingresar; habían realizado un buen trabajo.

Después del Diluvio

La Tierra estuvo cubierta por agua durante 150 días. Luego, Dios hizo soplar un fuerte viento y el nivel de agua comenzó a descender, la lluvia que caía del cielo se detuvo y las corrientes del océano fueron cerradas.

Se preguntarán ¿Dónde queda el arca de Noé después del diluvio? A los diecisiete días del mes séptimo, el agua había disminuido lo suficiente y el Arca pudo encallar en las montañas de Ararat. Esta reducción de agua continuó paulatinamente y el primer día del mes décimo, ya se podían observar los picos de las montañas.

A los 40 días Noé decide abrir las ventanas del Arca y dejar salir un cuervo; Noé quería comprobar si las aguas se habían escurrido sobre la Tierra. Sin embargo, este pájaro volaba de un lugar a otro sin encontrar un sitio para aterrizar, por lo que debía regresar al Arca.

Noé siguió liberando al cuervo un par de veces más, sin conseguir resultados. Pasados unos días, decide dejar salir una paloma, pero esta también regresa al cabo de unas horas.

Aun así Noé no se rindió y decide enviar una vez más a la paloma. Para sorpresa de todos, esta vez el ave regresa con una hoja de olivo en su pico. El tercer viaje de esta ave fue más victorioso, ya que no regresa luego de ser liberada; ha encontrado un lugar seco donde aterrizar y vivir.

Había pasado un año entero desde el inicio del diluvio; el día veintisiete del mes segundo, a los 601 años de Noé, la Tierra ya se encontraba completamente seca. Fue entonces cuando Dios le informó a Noé que podía salir con su familia, dejar libre a todos los animales y comenzar a repoblar la Tierra.

Lo primero que Noé hizo al pisar la tierra fue construir un altar; aquí podría mostrar su agradecimiento al Señor. Dios al presenciar este acto de devoción, afirmó que nunca más maldeciría la Tierra por culpa de las perversiones de los humanos; no destruiría una vez más a los seres vivientes como lo había hecho en ese entonces.

¿Cuántas personas sobrevivieron al diluvio universal?

Noé, su esposa, sus hijos y nueras fueron los únicos dispuestos a entrar al Arca, por lo tanto solo ocho personas pudieron sobrevivir al diluvio universal. El resto de los seres humanos que se encontraba en la Tierra murieron durante la inundación, tal como le había dicho Dios a Noé.

La Tierra había quedado libre de las malas personas que la había corrompido; mujeres, hombre y niños murieron durante el diluvio. Incluso, aquellos gigantes que habían nacido por la unión de los Ángeles con los seres humanos.

¿Qué ocurriría con esos Ángeles que habían tomado forma humana en la Tierra? Cuando se produjo el diluvio no podían morir como el resto, ellos no eran seres humanos. Simplemente abandonaron el cuerpo que habían creado y volvieron a ser Ángeles. Sin embargo, ya no pertenecerían a la familia de Dios, se convertirían en Ángeles de Satanás o mejor conocidos como demonios.

Familia de Noé

A la edad de 500 años, Noé engendró a sus tres hijos: Sem, Cam y Jafet. La identidad de su esposa no es mencionada en ninguno de los textos sagrados, pero algunas teorías o tradiciones aseguran que se trataba de Emzara Naamá.

En la prehistoria bíblica solo se menciona el nacimiento de hijos varones, excepto por Naamá, la única hija nacida por una persona (Lamec y Sila). Y en caso de que las teorías sean ciertas, esta mujer fue la responsable de traer al mundo a los hijos de Noé.

En la historia bíblica existe mucha controversia acerca de la primogenitura de Sem. Sin embargo, no existen evidencias que demuestren lo contrario. Por su parte, si es bien conocido que este hijo de Noé a los dos años del diluvio engendró a Arfaxad, cuando él tenía 100 años de edad.

La existencia de Sem tiene una gran connotación histórica y religiosa, ya que fue el padre de todos los hijos de Hebre (hebreos). Además, fue responsable del nacimiento de Elam, que posteriormente se convertiría en el fundador del Reino de los Elamitas. Finalmente, a 502 años después de ocurrido el diluvio, Sem fallece.

Con respecto a Jafet, existen algunos autores que lo describen como el hermano mayor; pero todas las escrituras no coincide esta teoría, convirtiéndose el orden de nacimiento de los hijos de Noé en otra controversia.

En cuanto a los descendientes de Jafet, este personaje se considera el ancestro de las naciones europeas; según los datos proporcionados por la Tabla de Naciones o mejor conocida como “Generaciones de Noé”.

Cam, hijo de Noé

Cam tuvo cuatro hijos, de los cuales surgieron los siguientes pueblos con los mismos nombres: Canaán, Mizraim, Cus y Fut (Posiblemente Libia). Según la Tabla de las Naciones, los descendientes de Cam fueron los habitantes de África y algunas zonas de Asia.

En uno de los pasajes de la Biblia, se encuentra descrito un acontecimiento de gran importancia en la historia de Noé, conocido como la maldición de Cam o maldición de Canaán.

Meses después del catastrófico diluvio, Noé se dedicó a la agricultura y comenzó a cultivar la tierra; la viña fue una de las primeras especies que plantó. Luego de recoger los primeros ejemplares de uvas y extraer su jugo, Noé descubrió accidentalmente el vino.

Después de haber ingerido cierta cantidad de esta bebida, Noé inevitablemente se emborrachó; he aquí la primera borrachera registrada en la historia. Al no poder mantenerse en pie, Noé quedo tendido y sin ropa en medio de su tienda.

Rato después el primero en presenciar esta escena de Noé fue Cam, quien aprovechó el estado embriaguez de su padre para burlarse de él. Incluso, algunos expertos del Talmud afirman que Cam pudo haber abusado de su padre, o por el contrario, haber copulado con su madre durante la inconsciencia de Noé.

Sem y Jafet no fueron parte de esta humillación; ambos con los ojos cerrados, tomaron una manta y cubrieron la desnudez de su padre, evitando así el trágico destino que le esperaba a Cam.

Cuando Noé despertó y se enteró de lo sucedido, indignado lanzó una maldición sobre Canaán, el cuarto hijo de Cam; profetiza que este sería esclavo de Sem y Jafet. Algunos traductores indican que esta profecía se cumple cuando los Israelitas someten a los habitantes de Canaán, y culmina finalmente cuando los cananeos supervivientes sirven a los descendientes del pueblo de Jafet.

Reflexión sobre la historia de Noé, mensaje, moraleja

La historia de Noé es un ejemplo de fe; a pesar de las circunstancias en las que había nacido este hombre, un mundo lleno de corrupción y violencia, él supo encontrar el camino a Dios y vivir de acuerdo a su voluntad.

La fe de Noé también es demostrada debido a la confianza que tenía sobre las promesas de Dios; aún si tener pruebas físicas de lo que ocurriría, en ningún momento dudó de su existencia. Esto le permitió mantener una postura firme ante la incredulidad de las demás personas.

Su determinación para seguir las órdenes del Señor, mientras los demás a su alrededor lo catalogaban como loco; fue la única verdad el día que finalmente llegó el diluvio. Todas las personas que habían decidido pecar rechazando la palabra de Dios, fueron destinadas a la destrucción.

Si la fe de Noé también hubiera sido quebrantada; si este hombre tampoco hubiera tenido la voluntad de mantener una relación justa con el Señor, el ser humano habría sido exterminado por completo. En base a esto, es que la historia de Noé ha sido vista como una nueva oportunidad de la humanidad.

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