Intercambio de parejas-estudio-ensayo-crítica

El Intercambio de parejas o swinging es una variedad de sexualidad consensuada por fuera de nuestra pareja sexual estable. En él, las parejas establecidas realizan intercambio con otras, previo acuerdo entre las partes. Hagamos un estudio, un ensayo o una crítica al respecto.

Pero una cosa son las fantasía sexuales donde se ficciona con tener sexo al lado de la pareja sexual de alguien diferente de nuestro novio, novia, esposa o marido, donde funciona como catalizador de nuestro deseo sexual o como detonante para sensaciones más álgidas,orgasmos más intensos, puesto que no se arriesga nada, se contrarresta la monotonía, se realza la propia imagen y se obtiene el compañero o compañera que satisface todas nuestras exigencias.

Pero hablar y leer sobre intercambio de parejas es una cosa y volvernos swingers es otra muy distinta, es más solo un reducido porcentaje de las parejas que hablan del asunto lo llevan a la práctica.

¿Quienes son Swingers?

Generalmente personas de mediana edad, políticamente moderados con niveles de ingresos en promedio altos. Generalmente muy liberales en cuanto al sexo y en cuanto a las costumbres, una forma que para ellos puede ser revolucionaria y contra las normas. Si bien es cierto algunos desean nexos emocionales aunados a la sexualidad espontánea hay otros que no los desean; no existe consenso al respecto. Lo que si los une es su baja tendencia a experimentar celos.

Generalmente los practicantes swingers son parejas casadas con 3-7 años de relación matrimonial en promedio, sobre todo debido a la monotonía y a la rutina que asola estos nexos, siendo normal que durante este periodo de tiempo hayan infidelidades; el intercambio de parejas puede ser una manera racional de evitar los engaños y las mentiras (al menos de esa forma lo entienden sus practicantes), de esta forma obtienen variedad, emoción y vivencia de sus fantasías sin abandonar a su pareja.

Irónicamente son los varones quienes inducen a sus parejas para ingresar a este tipo de prácticas,pero son las mujeres se adaptan a  las mismas (los varones son más celosos y posesivos que las damas). ¿Reglas? Generalmente las parejas se ponen de acuerdo en cómo y con quien intercambian, casi siempre concilian en que ha de ser alguien decente, considerado(a) con su cónyugue y capaz de recibir un no por respuesta respecto a experimentar algo concreto. La higiene es fundamental.

¿Cómo realizar eventualmente un intercambio de parejas?

Por medio de amigos que ya conocen esta actividad y personas involucradas con el swinging o en su defecto, clandestinamente, por medio de avisos en revistas o periódicos. Casi siempre, habida cuenta de que es algo concertado, los swingers se sirven bebidas para desinhibirse y ven películas pornográficas para atreverse a llegar más lejos.

En esto de los intercambios de pareja puede haber mucho de curiosidad respecto a probar tener relaciones íntimas con otras personas sin romper nuestra relación actual, hay mucho de morbosidad de ver a nuestras parejas haciendo el amor frenéticamente con otros y, sobre todo, como ese beneplácito que tiene a existir de aprobar placer desligado de amor, sexo sin compromiso y conceptos de ese orden.Pero seamos claros, a la gran mayoría de hombres nos ofendería ver a nuestras mujeres haciendo el amor con otro tipo si nosotros mismos no estamos en la misma faena o en acciones semejantes con otra mujer.

En esto de los intercambios de pareja es frecuente el sexo heterosexual en dormitorios separados o en un mismo espacio, hay detractores y amantes de cada una de las propuestas. Pero hay también sexo lésbico, muy excitante para los señores y muy pertinente para las mujeres multiorgásmicas. No hay en cambio mucha frecuencia de encuentros donde el homosexualismo sea predominante.

Dicen los expertos que lo positivo del intercambio de parejas estriba en la participación en una actividad que elimina de verdad la regla de discriminación moral de la mujer. Los integrantes de la pareja pueden sentirse complacidos de tener una pluralidad de compañeros sexuales sin necesidad de engañarse ni mentirse mutuamente y, no falta quien opine que esta clase de actividades le enseña cosas que hacen de su relación habitual más contundente y definitiva.

Los riesgos del intercambio de parejas o swinging es que puede acrecentar los celos, los sentimientos de culpa o rechazo; podría ser la causa de disfunciones sexuales o del divorcio.
¿Se atrevería usted a hacer un intercambio de parejas? ¿Se atrevería su pareja? ¿Sobrevivirían a la experiencia? ¿Que piensa?

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