Historia de Salomón

Historia de Salomón.Salomón, también conocido como Jedidías, fue el segundo hijo del Rey David y Betsabé. Su historia se encuentra descrita en la Primera de Reyes y la Segunda de Crónicas; en ambas escrituras sagradas se encuentran los detalles del tercer y último gobernante de la Monarquía Unida, nombre que recibió el Reino de Israel durante los mandatos de Saúl, David y Salomón.

Biografía

El reinado de Salomón perduró cuatro décadas, el mismo tiempo que permaneció su padre en el poder. Durante este periodo, en el Reino Unido de Israel abundó la paz y las riquezas; la sabiduría de Salomón, conocida por gobernantes de todas las naciones, permitió que Israel alcanzara su punto más destacado en la historia.

A pesar de que el destino de Salomón era ser Rey, no fue fácil su llegada al trono. Adonías, el cuarto hijo de David, también podía aspirar a este puesto luego de la muerte de sus hermanos mayores Amnón y Absalón.

Por esta razón, cuando la vejez de su padre fue cada vez más evidente, Adonías se convenció de que era momento de reclamar lo que por costumbre le pertenecía. Adonías sabía que debía conseguir el respaldo popular del pueblo, por ello comenzó a buscar apoyo de personas importantes en aquel entonces; entre esos Joab (comandante de las fuerzas), el sacerdote Abiatar, príncipes de la corte y siervos del rey.

Mientras que todos los que eran leales a Salomón, como el profeta Natán y el sacerdote Sadoc, eran excluidos de los planes de Adonías. En esos tiempos debido a la competencia que existía en el gobierno monárquico, el hijo que aspiraba a ser rey podía matar a sus hermanos con tal de llegar al trono; todos los herederos posibles que pusieran en riesgo su reinado, podían ser asesinados.

Sin embargo, el profeta Natán se enteró a tiempo de las intenciones de Adonías y le informó a Betsabé, la madre de Salomón.

Betsabé y Natán formaron una alianza y le comunicaron al Rey la situación que ocurría con Adonías; este al enterarse le ordenó a Salomón la tarea de corregencia, la cual debía cumplir hasta el momento de su muerte. Fue entonces como a los 20 años de edad Salomón oficialmente fue ungido como Rey y presentado al pueblo como tal, desvaneciendo las intenciones de Adonías de hacerse con el trono en contra de la voluntad de David.

Este usurpador debió huir al Monte Moríah luego de la ascensión de Salomón; mientras que sus seguidores se alejaron de él, temerosos al verdadero Rey. En la Primera de Crónicas, aparece la asamblea que organizó David cuando se acercaba el día de su muerte.

En presencia de gubernamentales de cada tribu y comandantes militares, David coronó por segunda vez a Salomón y le entrego los planos de templo sagrado; aseguraba que le habían sido otorgados como una revelación divina.

Sabiduría de Salomón

La sabiduría de Salomón, rasgo que fue admirado por todo su pueblo y que marcó la historia de Israel, fue un regalo que le concedió Jehová. Aun cuando era muy joven Salomón ya se encontraba al mando de una población entera; una noche Dios se le apareció en sus sueños y le preguntó “¿Qué quieres que te dé?”

Ante la preocupación de no saber cómo gobernar un pueblo, Salomón le pidió sabiduría para poder tomar decisiones correctas durante su reinado. A Dios le sorprendió que Salomón no pidiera riquezas y bienes, larga vida o la muerte de sus enemigos; en cambio, deseaba contar con la sabiduría necesaria para conducir a su pueblo. Por esta razón, el Señor decidió bendecirlo con mucha inteligencia, pero además tendría las riquezas y la gloria que ningún otro Rey conseguiría en la historia.

Las dos mujeres

Salomón era un juez sabio, hecho que quedó demostrado el día que dos prostitutas se presentaron a él en busca de ayuda. Una de las mujeres le comentó que vivían en la misma casa y ambas estaban embarazadas; ella dio a luz y a los tres días su compañera.

Desafortunadamente, la segunda mujer en dar a luz una noche asfixió a su hijo al acostarse sobre él; por lo tanto, decidió a media noche intercambiar el bebé muerto con el de la otra madre mientras ella dormía. Al día siguiente, esta se da cuenta que el niño que tenía en sus brazos no era su hijo y afirma que se lo habían cambiado, pero la otra mujer protesta que el niño que vive es su hijo.

Las mujeres discutieron frente al Rey durante un largo rato, mientras tanto, él analizaba lo que ambas decían ¡Que era exactamente lo mismo! Así que finalmente ordenó que le trajeran una espada y enseguida pidió que cortaran en dos mitades al niño, cada una le seria otorgada a una mujer.

La verdadera madre del niño que aún vivía se sintió aterrorizada por esta orden del Rey, por lo que se acercó a él y le suplicó que le entregaran a la otra mujer el niño, con tal de que este no muriera. La otra en cambio, accedía a que el niño fuera cortado para que ninguna se quedara con él.

Rápidamente Salomón supo quién decía la verdad y ordenó a que no mataran al niño y se lo entregaran a la primera mujer, ella era la verdadera madre, su amor era tan grande que estaba dispuesta a entregar su hijo a otra persona con tal de no verlo morir. En realidad Salomón no era capaz de cometer ese violento acto, pero en base a la sabiduría que Dios le había concedido, sabía que aplicando esa estrategia la verdad saldría a la luz.

Pronto todo el pueblo de Israel se enteró de la sentencia del Rey para lograr la resolución del problema; todos sintieron respeto y se alegraron de tener un Rey con tal sabiduría divina.

Y la sulamita

Existen diversas versiones de la relación que hubo entre Salomón y una sulamita, basadas en la interpretación de Cantar de Cantares; un libro perteneciente al Antiguo Testamento escrito por Salomón, que a través de versos describe el amor que sentía por una hermosa extranjera mulata que se había mudado a sus tierras. La historia comienza en las laderas de Efraín, uno de los perímetros donde el Rey Salomón tenía una viña.

Estas tierras fueron arrendadas a unos viñadores para que pudieran trabajar; la familia estaba conformada por la madre, sus dos hijos y dos hijas, entre ellas se encontraba la sulamita. La sulamita era una mujer de piel morena, hermosa pero de apariencia descuidada.

Era humilde y debía trabajar largas horas para poder asegurar el alimento de en su casa; tanto tiempo bajo el sol bronceaba aún más su piel y deterioraba su ropa, pero su belleza aun podía ser vista ante los ojos correctos.

A continuación existen dos versiones de cómo ocurrieron los hechos. La primera habla de un joven de buena apariencia que se acercó un día a la viña; resulta que ese hombre era el Rey Salomón disfrazado de pastor, interesado por la sulamita fingió ser otra persona para acercarse a ella. Entre palabras de amor Salomón logró conquistar el corazón de su amada, prometiéndole que un día volvería a buscarla.

La segunda versión relata que esta sulamita se encontraba cuidando el viñedo de sus padres, cercano al territorio donde acampaba el Rey Salomón; este al verla quedó impresionado por su hermosura y ordena que la llevan ante su presencia.

Para su mala fortuna, la mujer que lo había cautivado no acepta su invitación, ya que afirma que su corazón le pertenece a un pastor de ovejas. Él insiste he intenta persuadir a la bella sulamita con oro y riquezas para que lo siga a Israel. Sin embargo, ella mantuvo su fidelidad al humilde pastor; finalmente el Rey decide dejarla en paz para que vuelva a sus tierras y se reúna con su amado.

Desde un punto de vista cristiano, esta historia relata el amor que siente Dios por su iglesia (creyentes) y los sentimientos fluctuantes que existen en esta relación; él siempre es fiel a ella, pero ella por el contrario a veces siente deseos de estar con él y en otras ocasiones se muestra incumplida.

Anillo

Esta pertenencia del Rey Salomón se ha conocido con diferentes nombres en las leyendas cristianas, judías e islamistas. El anillo de Lapislázuli, Anillo del Pescador, Sello de Salomón y Anillo de Aandaleeb son algunas de las formas en las que podríamos conseguir este artefacto en las escrituras sagradas.

El centro del anillo tiene tallado dos triángulos superpuestos que forman una estrella de 6 lados, mejor conocida como la estrella de David. Y según las traducciones de algunas culturas, la palabra escrita en el medio de esa estrella es el nombre de Dios.

Los otros símbolos que se encuentran plasmados en este artefacto corresponden a los cuatro elementos de la tierra, los cuales representan la armonía universal del planeta. Adicionalmente, el hexagrama inscrito en un círculo se ha interpretado en algunas partes del mundo como la presencia de poderes sobrenaturales.

Sin importar cuál sea el caso, este anillo le otorgó a Salomón protección y la capacidad para imponer el orden. Al ser una figura geométrica que integra fuerza y belleza, posteriormente el Sello de Salomón fue vinculado a la ciencia, la metafísica, la astronomía y la astrología; los expertos observaron en esta figura la conexión que existe entre el los elementos del cielo y la tierra.

Incluso durante el desarrollo de las matemáticas, Pitágoras y sus seguidores observaron el simbolismo cósmico de esta imagen.

Y los demonios

El anillo de Lapislázuli o Sello de Salomón, está relacionado con la historia de los demonios que este Rey tuvo que enfrentar.

Las escrituras sagradas señalan que durante la construcción del Templo, Salomón pudo presenciar que el hijo de uno de los obreros estaba robando piedras preciosas del lugar.

Sin embargo, Salomón asumió que este tipo de crimen no podía ser realizado por un ladrón ordinario; pensó que un demonio estaba influyendo en las acciones de este hombre. Así que el Rey oró para que Dios pudiera ayudarlo y en poco tiempo su oración fue escuchada; el Señor a través del Arcángel Miguel le envió un anillo de oro con un sello grabado en Lapislázuli.

Los poderes que contenía este anillo le permitirían a Salomón controlar a los espíritus malignos y mantenerlos alejados, invocar a genios y comunicarse con animales o flores. Según las indicaciones que el Arcángel le dio a Salomón, mientras llevara el anillo todos en la Tierra le obedecerían.

Una vez armado con el anillo en su dedo medio de la mano derecha, Salomón procedió a invocar al demonio que acechaba las bóvedas reales. Inmediatamente el demonio Orias cayó de rodillas frente al Rey y Salomón pudo quemar el sello en su cuello.

Otros demonios que fueron presentados de la misma forma, como Onoskelis y Asmodeus, también fueron marcados.

Templo

El profeta Natán ya le había informado a David que uno de sus hijos iba a ser el encargado de construir el Templo de Dios; así que durante mucho tiempo se dedicó a reunir los materiales necesarios. Antes de su muerte, David le dio a Salomón los planos del Templo y todas las indicaciones que debía seguir.

Cuando Salomón llevaban aproximadamente cuatro años en el poder decidió comenzar a construir el Templo, el cual le tomo 7 años en completar. Durante todo este tiempo Salomón se valió de los servicio del Rey Hiram de Tiro. Hiram le otorgó a Salomón la madera de cidro más preciosa del Líbano para levantar este edificio, y puso a su disposición la habilidad de arquitectos y artesanos.

Para recompensar todo el trabajo y los recursos que Hiram le estaba ofreciendo, Salomón le pagó con veinte mil coros de aceite durante cada año hasta que finalizara la obra. Veintisiete metros de largo, nueve de ancho y trece y medio de alto eran las medidas del Templo de Dios construido por Salomón.

Cada muro fue levantado con piedras labradas, a modo de que no existiera ruido de martillos o piquetas. Al terminar el edificio fue cubierto externamente con vigas de cedro, las paredes interiores con tablas de cedro y el piso con madera de pino.

Adicionalmente en la estructura interna de este Templo fue construida una habitación de nueve metros de largo, nueve de ancho y nueve de alto. Este anexo recibió el nombre de “Lugar Santísimo”, donde iría colocada el arca de la alianza del Señor.

No fue hasta el séptimo mes de ese año o “mes Etanim”, durante la fiesta solemne, que el arca de la alianza del Señor fue llevada al Lugar Santísimo; tarea que fue asignada a los sacerdotes del lugar.

Y la reina de Saba

Se dice que la Reina Saba que visitó a Salomón provenía de Sabea, un pueblo de Arabia cercano al sur del Mar Rojo. El motivo de su visita fue poner a prueba la sabiduría de este Rey, de la que tanto hablaban en su nación.

Al llegar decidió realizarle a Salomón las preguntas que consideraba más difíciles, esperando que no fuera capaz de responder alguna. Sin embargo, no hubo pregunta que no fuera respondida por el Rey, dejando en evidencia su increíble sabiduría.

La Reina no tardó en impresionarse, no solo de la inteligencia que poseía Salomón, sino también de la cantidad de poder y riqueza que presenciaba en su palacio, desde el lugar que ocupaban sus oficiales hasta la ropa que llevaban sus criados; le hizo saber al Rey que los rumores que había escuchado en su Tierra, no se acercaban a la increíble realidad que vivía el pueblo de Israel.

Como muestra de su respeto Saba le entregó al Rey una enorme cantidad de oro, piedras preciosas y perfumes que había traído desde su pueblo; quien también recibió regalos y gente para su servicio de parte de Salomón.

¿Qué nos enseña la historia del rey Salomón?

Durante muchos años Salomón gobernó con mucha sabiduría, no desobedeció las órdenes de Dios y su pueblo fue muy feliz. Pero en determinado momento, comienza a casarse con mujeres extranjeras que adoraban a otros dioses ajenos Jehová, y Salomón comenzó a seguir los pasos de sus esposas.

Este acto de traición provocó la ira de Dios, el cual no decidió quitarle el reino como castigo, pero luego de su muerte el pueblo de Israel seria dividido nuevamente. Salomón había prometido reinar según la voluntad de Dios hasta el día de su muerte, pero al igual que sus antecesores, rompió esa promesa.

En base a eso podemos concluir que, a pesar de la sabiduría y las riquezas con las que había sido bendecido como ningún otro Rey, Salomón no fue capaz de resistirse a las tentaciones que no eran bien vistas por Dios.

Un pueblo que había permanecido en la armonía por tantos años, fue condenado a la tragedia debido a la desobediencia de su Rey. Una vez más, el castigo impuesto por el Señor no tuvo consecuencias directas sobre el pecador, sino por las generaciones procedentes de él.

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Fuente directa: La biblia ; Wikipedia;