Cosmología taoísta, principios y características

Cosmología taoísta, principios y características. Toda tradición espiritual tiene una cosmología definida (o implícita): una historia sobre el origen del universo, sobre cómo el mundo tal como lo percibimos llega a existir. En el taoísmo, esta cosmología carece únicamente de deidades simbólicas, centrándose en cambio en principios energéticos y elementales. El sistema puede parecer bastante inusual y abstracto para quienes se encuentran con el taoísmo por primera vez.

Los básicos

Al principio, había un vacío sin fin, conocido como Wu Chi o Tao. El Tao es una energía universal, de la cual emanan todas las cosas.
De este vasto universo cósmico, del Tao, emerge el Uno.
Cuando el Uno se manifiesta en el mundo, se divide en dos: el Yin y el Yang, condiciones complementarias de acción (Yang) e inacción (Yin). Esta etapa representa el surgimiento de la dualidad / polaridad de la Unidad del Tao. La «danza» – las continuas transformaciones – de Yin y Yang alimenta el flujo de qi (chi) En la cosmología taoísta, Qi está en constante transformación entre su estado material condensado y su estado energético diluido.
De esta danza de Yin y Yang emerge los cinco elementos : madera (menor yang), fuego (mayor yang), metales (menor yin), agua (mayor yin) y la tierra (fase central). También se producen aquí los ocho trigramas (Bagua) que forman los 64 hexagramas del Yijing (I Ching). Esta etapa representa la formación, a partir de la dualidad inicial Yin / Yang, de los componentes elementales del mundo fenoménico.

De los cinco elementos constitutivos provienen las «diez mil cosas», que representan toda la existencia manifiesta, todos los objetos, habitantes y fenómenos del mundo que experimentamos. Los seres humanos, en la cosmología taoísta, se encuentran entre las Diez Mil Cosas: combinaciones de los Cinco Elementos en diferentes combinaciones. El crecimiento espiritual y el cambio, para los taoístas, es una cuestión de equilibrar los Cinco Elementos dentro de la persona. A diferencia de muchos sistemas religiosos, los seres humanos no son considerados como algo separado del mundo natural, sino como una manifestación más de él.
Otra forma de describir este proceso es decir que estas etapas representan el descenso de la conciencia energética a la forma física. Se dice que los místicos taoístas, usando varias técnicas de alquimia interna , pueden revertir esta secuencia de eventos, para regresar al reino enérgico y feliz de Tao. La práctica del taoísmo, en general, es un intento de percibir la presencia y el funcionamiento del Tao universal en las Diez Mil Cosas y de vivir en equilibrio de acuerdo con él.

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